A partir del año 1992, como CEDHU hemos diseñado y desarrollado taller de capacitación sobre derechos humanos dirigidos a organizaciones populares en varias provincias del Ecuador, lo que contribuyó, por ejemplo, a conformar comisiones locales que posteriormente se articularon al Frente Ecuatoriano de Derechos Humanos, FEDH, gestión que ubicó a nuestra organización como pionera en la educación de derechos humanos.
Otra actividad importante que hemos desarrollado en el marco de los derechos humanos son los procesos de sensibilización a comunidades indígenas, afroecuatorianas y campesinas que, entre otros resultados, permitieron lograr el fortalecimiento de organizaciones y personas defensoras de derechos humanos, territoriales y de la naturaleza. Así, en la última década hemos dado mayor énfasis a la formación y empoderamiento de comunidades cuyos derechos han sido violentados por el Estado y por empresas extractivas.
Se concluyó que para enfrentar los abusos de poder no era suficiente impulsar la educación en derechos humanos a organizaciones y víctimas de vulneración de derechos, sino que además era imprescindible participar en la formación de funcionarios del sector público para que conozcan el significado e importancia de los derechos humanos. Por ello, miembros de la Policía Nacional, las Fuerzas Armadas, la Fiscalía General del Estado, de la administración de justicia y el Patronato Municipal del Distrito Metropolitanos de Quito, recibieron en mayor medida capacitaciones sobre derechos humanos con el objetivo de que adecúen este conocimiento a sus actividades y funciones cotidianas.
Como CEDHU estamos convencidos de que la educación en derechos humanos contribuye a lograr cambios sociales, lo cual es posible a través de un proceso de aprendizaje que pone de manifiesto valores de convivencia y coexistencia de las personas, ubicando el respeto propio y el respeto a los demás como una máxima prioridad. Por este motivo, este proceso hace referencia a una práctica que promueve el enriquecimiento personal y colectivo a partir de valores de inclusión, no discriminación y respeto con un enfoque de educación popular.
Considerando el potencial de la juventud para participar e influir en la construcción de una sociedad justa, solidaria y respetuosa, como CEDHU implementamos un programa de educación en derechos humanos dirigida a estudiantes de bachillerato, padres de familia y profesores de algunos colegios. A partir de este proceso educativo hemos procurado incidir en cambios de actitud y comportamiento de las personas participantes con el objeto de que comprendan la imperiosa necesidad de actuar y aportar a la transformación de un entorno negativo de vulneración de sus derechos.
Con el objeto de combatir el machismo y prevenir la situación alarmante de violencia contra la mujer, que en muchos casos termina en femicidios, como CEDHU hemos desarrollado herramientas de capacitación sobre dos temas vitales para la sociedad, y desde luego para nosotros como una organización que defiende los derechos humanos: 1) la violencia de género contra las mujeres, y 2) el bullying en instituciones educativas.
Conocer y discutir de modo general en las aulas de clase acerca de las violaciones de los derechos humanos, y de forma específica acerca del derecho de las mujeres y las niñas a vivir una vida libre de violencia, han sido herramientas necesarias para contribuir a sensibilizar a las nuevas generaciones sobre el respeto a los derechos humanos, la valoración de la diversidad y la no violencia.
Los distintos programas implementados por la CEDHU han generado mucho interés en la comunidad. Destacamos los procesos de formación permanente dirigidos a grupos de mujeres lideresas sociales, jóvenes de comunidades rurales, dirigentes comunitarios y personas defensoras de los territorios en contextos extractivos. También se ha fortalecido espacios de formación con universidades en Quito y en espacios locales comunitarios en el cuales se ha buscado una participación activa que genere capacidades y autonomía.
Las actividades desarrolladas durante el tiempo de nuestra vida institucional han contribuido a lograr el empoderamiento de personas y comunidades a través de la educación y formación permanente, incidiendo y participando de esta manera en la construcción de una cultura de paz basada en la justicia y respeto a los derechos.