Pronunciamiento sobre el riesgo inminente en San Pablo de Amalí debido a las actividades de Hidrotambo en el río Dulcepamba

 

Desde el 8 de marzo de 2023, la comunidad de San Pablo de Amali en la cuenca del río Dulcepamba enfrenta nuevamente una situación de grave riesgo para la vida de sus habitantes, para sus fincas, y para su única vía de acceso. Más de diez casas de San Pablo Bajo están en riesgo inminente de ser socavadas por el río Dulcepamba. Además, aproximadamente 600 personas de las comunidades San Pablo de Amali, Dulcepamba, Tendal, y La Margarita están incomunicadas sin acceso a alimentos y servicios de salud debido a derrumbes invernales hacia arriba en la vía a Chillanes y debido a que el río Dulcepamba ha socavado e inundado la vía a San José del Tambo hacia abajo. Nos preguntamos, ¿por qué el río Dulcepamba erosiona, socava e inunda San Pablo de Amali cada año desde 2014 en adelante? 

Las obras de captación de la hidroeléctrica San José del Tambo, de la compañía Hidrotambo S.A., en la comunidad San Pablo de Amalí, provincia de Bolívar, fueron construidas entre 2013 y 2015 de tal forma que desviaron el río Dulcepamba hacia San Pablo de Amalí. Esto cambió la llanura aluvial y dejó partes de la comunidad expuestas a erosión y socavación durante las crecidas del invierno. Además, en la época lluviosa, la forma y orientación de las obras de captación tienen el efecto de evacuar las aguas y escombros excesivos mediante aliviaderos y compuertas de desagüe hacia el margen izquierdo del desvío, donde se encuentra San Pablo de Amalí.

Estas son razones específicas por las cuales se han ido casas, terrenos, y la carretera aguas abajo de las obras/desvío de Hidrotambo en 2014 (partes de terrenos), en 2015 (personas, casas, fincas, chancheras, la vía), en 2017 (casas, fincas y la vía), en 2018 (partes de fincas),en 2019 (partes de fincas y la vía), y ahora en 2023 (la vía, una chanchera, y partes de fincas). 

Entidades estatales han confirmado mediante múltiples estudios técnicos que el desvío del río y las obras de captación generan riesgo de socavación y erosión de la comunidad San Pablo de Amalí. Por ejemplo, ARCONEL en 2015 alertó: 

“Se evidenció que existen problemas constructivos que, de no tomarse en cuenta, ejecutarse o mejorarse podrían afectar el funcionamiento de las obras de este proyecto en el caso de repetirse fenómenos climáticos similares a los que se presentaron en marzo de este año…HIDROTAMBO S.A. debe limpiar el cauce del río y construir el muro o escollera de protección del talud izquierdo del río Dulcepamba, frente a la población de San Pablo de Amalí, pues la próxima crecida del río podría afectar gravemente a esta población.

SENAGUA (actual MAATE) en 2018 determinó: 

El “…enrocado dispuesto como azud de derivación…[…] pareciera constituir una especie de muro de encauzamiento, no dispone de una estructura vertedora, lo cual crea un vertido ‘caótico’ ante crecientes que pasen por encima del azud [….] El tránsito de avenidas o crecientes por encima del azud supone además el arrastre del enrocado dispuesto y que forma parte del azud, lo cual podría agravar problemas de erosión, acumulación de material aguas abajo, socavaciones, etc. […] La disposición del aliviadero [de excesos] la consideramos inadecuada, primordialmente por la orientación de descarga, contraponiéndose o interceptando de manera transversal las líneas de corriente del flujo que transite por el río […] Todo lo cual podría agravar problemas de erosión, socavación, taponamiento del cauce del río, comprometiendo la estabilidad de las propias estructuras y de las laderas del río principalmente.”

Otro informe de SENAGUA de 2019 indica que: 

“…la obra de captación de las aguas existente en el río podría considerarse como rudimentaria, sin ninguna regulación de caudales para el ingreso de las aguas al Proyecto Hidroeléctrico, como para el paso del caudal ecológico por el río, propensas actualmente a afectaciones y destrucciones en cualquier crecida que se produzca en el río, en el sitio o sector de la captación de las aguas […] no existen obras de protección en las márgenes del río desviado, por consiguiente los taludes y riberas se encuentran sujetas a ser erosionadas o socavadas por la presencia de crecientes del río.”

En San Pablo de Amalí, en el sector del desvío y las obras de captación y aguas abajo del mismo, no hubo afectaciones durante crecidas invernales a las casas, vidas humanas, ni tampoco a la vía desde el inicio de la memoria colectiva de los comuneros, aún durante crecidas mucho mayores a las acontecidas antes de la llegada de Hidrotambo. Esto confirmaron decenas de miembros de la comunidad en la inspección que realizó la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) el 12 de marzo de 2023, en sus testimonios ante el ingeniero geólogo-técnico de SNGR. Es decir, las afectaciones que han ocurrido desde el 2014 no son a causa del “invierno” sino a partir de la construcción de la hidroeléctrica y las obras de infraestructura mal hechas. 

El estudio hidrológico del Centro de Ciencias de Cuencas Hidrográficas de la Universidad de California Davis afirma que en el río Dulcepamba han ocurrido eventos de lluvia-escorrentía mucho mayores en caudal y duración entre 1963 y 2014 (desde que se fundó San Pablo de Amalí hasta que se desvió el río y se colocaron las obras de Hidrotambo), pero nunca se habían visto afectadas casas, terrenos, etc. en San Pablo de Amalí, aguas abajo del actual sitio del desvío y las obras de captación de Hidrotambo. 

Un estudio de cambio de uso de suelo durante un período de 20 años de imágenes satelitales de los alrededores del río Dulcepamba, realizado por el perito y PhD en recursos hídricos Jorge Espinoza y su equipo técnico, confirma que: 

“Se puede observar en los 4 períodos analizados que, de 2012 en adelante, existe una constante reducción del “área poblada” que sirve para el desarrollo de actividades productivas, así como al “poblado” de San Pablo de Amalí. Estas reducciones en área y correspondientes pérdidas en casas, fincas y la vía se puede indicar como afectaciones relacionadas directamente con la construcción de la Hidroeléctrica Hidrotambo, que inició sus actividades constructivas en el río Dulcepamba en 2012 [….] Mediante los diferentes análisis, se pudo observar que el río Dulcepamba en el área de interés ganó superficie en comparación con su estado inicial. Esto se debe principalmente a la actividad constructiva en el río, a los eventos de crecidas ocasionados en la captación en marzo del 2015, y a la conformación del muro de escollera con el propio material de río, que, como pudimos evidenciar en campo y mediante teledetección, restringe el cauce del río aún más.”

Caudales altos en el río y las quebradas de la zona ocurren cada año, con menor o mayor intensidad dependiendo de factores como El Niño, ciclones, etc. Pero desde que se desvió el río y se colocaron las obras de Hidrotambo en el mismo, aun cuando han ocurrido eventos de lluvias-escorrentía típicas (no extraordinarias), han suscitado graves afectaciones a bienes y a la vida en San Pablo de Amalí aguas abajo del desvío/las obras. 

El evento de escorrentía de 2015, cuando ocurrió la pérdida de vidas humanas y casas tuvo un “periodo de retorno” de solamente 6 años, lo cual significa que el caudal que bajó por el río en esa fecha es muy común—tiene la probabilidad de recurrencia de 17% (1/6) cada año. No fue una lluvia-escorrentía extraordinaria, pero causó un daño extraordinario en San Pablo de Amalí debido al desvío del río y la evacuación de excesos de caudales por las obras de Hidrotambo directamente hacia la comunidad. La Universidad California Davis concluye que: 

«…el evento de marzo de 2015 en el río Dulcepamba no habría causado el daño que ocurrió en San Pablo de Amalí sin otras actividades humanas en el sitio, particularmente las construcciones dentro del cauce, la desviación del caudal, y las obstrucciones por escombros.”

La Cátedra UNESCO para el Manejo de Aguas Dulces Tropicales y Grupo de Investigación de Recursos Hídricos y Acuáticos de la Universidad Regional Amazónica -Ikiam informa en 2020: 

“[…] en el área antes de la captación es visible la erosión derivada de la inestabilidad del suelo en las cercanías del cauce procedente de las actividades empleadas para la modificación natural del cauce con fines a la construcción de la Hidroeléctrica [….] para la construcción de la hidroeléctrica, la empresa utilizó cantidades exorbitantes de explosivos en el cauce del río y sus alrededores, modificando el cauce natural del río Dulcepamba, y destruyendo la llanura aluvial, dejando el río peligrosamente cerca de la comunidad de San Pablo de Amalí. Todo ello provocó erosión y socavación durante crecidas normales del invierno. […] En el área después de la captación es visible la erosión derivada de la inestabilidad del suelo por actividades relacionadas a la construcción de la hidroeléctrica, e incrementadas por las crecidas en periodos de invierno.

Por todo lo expuesto, EXIGIMOS a las autoridades estatales actuar de manera urgente y  en el marco de sus competencias para prevenir nuevas afectaciones a la vida y propiedad de las comunidades, en particular: 

Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica: 

  • La REVERSIÓN de la autorización de aprovechamiento de agua de Hidrotambo S.A. en el marco de lo establecido por la ley, para garantizar la protección de los derechos humanos de personas de las comunidades y para la protección de los derechos de la Naturaleza del río Dulcepamba.

Secretaria Nacional de Gestión de Riesgos: 

  • La gestión de entrega de bienes de asistencia humanitaria (víveres y medicina) emergente, en coordinación con las entidades que correspondan;
  • Uso de equipo especial para evacuación de personas, en caso de que sea necesario, observando la existencia de sujetos de derechos con discapacidad y personas adultas mayores; 
  • El retiro urgente del amontonamiento de piedras colocada en 2015 por Hidrotambo en la margen derecha (mirando aguas abajo) del río Dulcepamba a unos metros aguas arriba de su azud de toma. Este muro de piedras fue sujeto de orden de remoción en 2016 por el Ministerio del Ambiente y está agravando el direccionamiento de las aguas y escombros de crecidas invernales hacia San Pablo de Amalí y contribuyendo al peligro inminente para la comunidad.  

Defensoría del Pueblo: 

  • Promover y proteger el ejercicio de los derechos humanos y de la naturaleza de las comunidades afectadas por la construcción de la hidroeléctrica, exigiendo a las autoridades competentes actuar de manera diligente en el marco de sus competencias realizando las distintas acciones que como Institución Nacional de Derechos Humanos les compete.
  • En el marco del Sistema de Alerta Temprano y Respuesta Inmediata, emitir una alerta inmediata sobre la situación de graves y sistemáticas vulneraciones y riesgos de las comunidades que habitan la cuenca del río Dulcepamba, en particular de las personas de San Pablo Bajo cuyas casas están en inminente riesgo y de las aproximadamente 600 personas de 4 comunidades que se encuentran atrapadas y sin acceso alimentos y medicina. Además exigir de las autoridades competentes actuación oportuna y dar seguimiento permanente.

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