El concepto de democracia paritaria es integral y busca un equilibrio entre los géneros con responsabilidades compartidas entre familia, Estado y sociedad.
Los cambios necesarios para lograr una sociedad igualitaria se aceleran cuando las mujeres se incorporan en todos los ámbitos sociales, políticos, culturales o judiciales de forma equilibrada y justa, y especialmente en las altas jerarquías de la judicatura desde donde se toman las decisiones de mayor trascendencia para la ciudadanía.” Gloria Poyatos Matas (2012).
La Comisión Ecuménica de Derechos Humanos (CEDHU), consecuente con la necesidad de fomentar una cultura de igualdad de derechos y no discriminación, recuerda que el Ecuador está en la obligación de garantizar la participación para desempeñar empleos y funciones públicas con criterios de equidad y paridad de género e igualdad de oportunidades.
En este sentido, el primer artículo de la Convención para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer define la discriminación hacia las mujeres como: “(…) toda distinción, exclusión o restricción basada en el sexo que tenga por objeto o por resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio por la mujer, independientemente de su estado civil, sobre la base de la igualdad del hombre y la mujer, de los derechos humanos y las libertades fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural y civil o en cualquier otra esfera”.
El concepto de democracia paritaria es integral y busca un equilibrio entre los géneros con responsabilidades compartidas entre familia, Estado y sociedad.
Por ello, con el fin de que se garantice la igualdad sustantiva de derechos entre hombres y mujeres, la CEDHU manifiesta su apoyo al proceso impulsado por la Defensoría de Pueblo de Ecuador y las organizaciones de mujeres, hacia la defensa de su derecho de representación en los espacios legítimos de toma de decisiones dentro de los Concejos Cantonales.
La lucha histórica de las mujeres, los avances y logros en materia de derechos requieren del concurso de hombres y mujeres, y su plena vigencia aún es una deuda pendiente con el presente y futuro que estamos construyendo en el país.
Hna. Elsie Monge
Directora Ejecutiva
COMISIÓN ECUMÉNICA DE DERECHOS HUMANOS