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En palabras de la directora de la Comisión Ecuménica de Derechos Humanos (Cedhu), Elsie Monge, la decisión de la Asamblea es “aberrante”, pues mantiene la doble victimización a las mujeres y niñas que, de inicio, ya sufren un trauma por una violación y luego tienen que enfrentarse a la justicia por abortar. La activista sostiene que el país se ha quedado atrás porque en otros estados de Latinoamérica, por lo menos, la causal por violación ya se ha legalizado con ciertos parámetros. Vea la nota completa aquí.